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UBICARSE Y CEDER EL PASO


La urbanidad nos recuerda que es importante atenerse siempre a las reglas de precedencia. Definimos precedencia como la antelación, preferencia o anterioridad que tenemos los seres humanos entre sí, las corporaciones entre si y los Símbolos Patrios entre sí. Siempre por un criterio objetivo.


Los temas propuestos, enmarcan dentro de la égida del protocolo urbano, por ende, son regidos por las normas de precedencia social. El respeto a la precedencia, que el ceremonial reconoce y no concede, es la llave para poder entender cuándo ceder el paso o dar la derecha.


Básicamente la persona de mayor precedencia ocupa el primer plano en todo: lugar, atención durante la conversación, etc. Por ejemplo: iniciará y dará por finalizada una conversación; tomará asiento primero que nadie y cuando se pone de pie, todos debemos hacerlo por respeto y consideración a quien marcadamente tiene mayor precedencia, así un caballero debiera ponerse de pie cuando lo hace la dama que lo acompaña o bien se incorpora un caballero de mayor rango o edad cronológica. En ese caso la cortesía actúa desde el otro polo cuando el superior me indica por cortesía que permanezca sentado y que no es necesario que me incorpore.


La persona de mayor precedencia se desplaza primero y el resto por detrás. Sucede en desfiles, comitivas o cortejos. La única excepción es en plano del ceremonial eclesiástico donde la persona de mayor precedencia camina último, en este caso el desplazamiento se llama procesión.


En un avión la persona de mayor precedencia sube ultimo y baja primero; en un automóvil sube primero y baja primero; en una embarcación de pequeño calado sube última y baja en primer lugar, y en una de gran porte sube y baja primero; en un ascensor subirá primero y bajará en primera instancia; en una escalera la persona de mayor precedencia sube primero y baja última, principio que trasladamos a los servicios de transporte públicos para ascenso y descenso.


Al traspasar el umbral de la puerta se cede el paso y, si es necesario, se mantiene sujeta la hoja de la puerta hasta que la persona de mayor precedencia cruce. Regla básica para todo caballero.


Por la calle, si deambulan dos personas, a la más importante se le cede el lado de la pared. Si la persona de mayor categoría la acompañan otras dos, la precedencia tiene el siguiente orden: la segunda en categoría se sitúa a la derecha de la que tiene más, y a la izquierda de esta la tercera en precedencia. Más de tres personas no pueden caminar en línea recta por la vereda, obstaculizarían en demasía el paso de otros.


En la calle se suele presentar una excepción a lo dicho en el párrafo anterior, es cuando se camina por la acera de la izquierda –aquella en la que los edificios quedan a la izquierda de los caminantes-, en donde se debe situar a la persona de mayor categoría en la parte interior y el acompañante se coloca más próximo al borde de la calzada, aunque así se le dé la izquierda.


Al circular por la calle o subir por una escalera mecánica o no, siempre se circula por la derecha, así nadie se topará con nadie involuntariamente.


No debemos olvidar jamás de ceder el paso y de dar a todos la debida proporción en el trato de preferencia.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro.

Presidente del Instituto CAECBA

@ProfesorGavalda


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