Sobre la BANDERA PRESIDENCIAL
Para demostrar y significar la presencia de su Jefe de Estado, tanto las repúblicas como las monarquías, utilizan una insignia. Esta es de uso exclusivo y privativo, y sólo es enarbolada en el lugar en donde se encuentre el presidente o rey.
En Argentina esta insignia es diferente al Pabellón (Bandera Nacional Oficial) y generalmente de menor tamaño a modo de banderola o estandarte.
En nuestro país, se utiliza en tres circunstancias: 1º) ya sea que se encuentre el Presidente a bordo de un buque de la Armada; 2º) en la Casa de Gobierno u otra institución que visite oficialmente (en calidad de Comandante Supremo del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas); y 3º) cuando se desplaza en su automóvil oficial. Pero … no son iguales. Si así como lo leyó.
El reglamento de ceremonial marítimo dispone que cuando el Jefe de Estado aborde un navío de la Armada, en carácter de supremo comandante naval, la Bandera será izada: en buques mayores al tope del palo mayor, y en buques menores a proa, con el mástil en posición vertical.
La bandera naval presidencial consiste en un paño azul de 1,33: 1,00, con el Escudo de Armas Nacional en el centro y cuatro estrellas plata de cinco puntas, una en cada vértice.
Un buque amarrado tendrá en este caso la nacional a popa, y la presidencial en el palo mayor; mientras que en navegación, irán ambas en el palo mayor, la presidencial debajo y con driza propia, ya que el Pabellón no comparte la suya.
Teóricamente, cuando el Presidente se desplaza en el automóvil oficial (al menos actualmente se hace en la inauguración anual de sesiones del Congreso Nacional), el vehículo lucirá la Bandera Presidencial en la parte delantera derecha. Sobre un mástil metálico, un paño de 45,35 cm, con las tres franjas horizontales celeste, blanco y celeste, con el Escudo de Armas Nacional de oro bordado en el medio en reemplazo del sol patrio.
Respecto a la Bandera Presidencial en la Casa de Gobierno u otra entidad que visite oficialmente, es costumbre militar que se anuncie la presencia del Comandante en Jefe con su respectiva insignia debajo de la Bandera Oficial Nacional.
En definitiva, ya sea por norma o por costumbre, existen tres insignias que marcan la presencia del Jefe de Estado, siendo diferentes entre sí.
Consideramos que si las mismas pretenden remarcar la presencia física del presidente, lo adecuado es disponer para todas las ocasiones de un único diseño; y de todos ellos entendemos que el más propicio y adecuado es la insignia con el Escudo Nacional de oro bordado sobre un paño de los colores patrios en tres franjas. Esta unificación de criterio sería acertada.
Por extensión debería colocarse la Bandera Presidencial sobre el acceso al helicóptero oficial, es claro pensar que no en forma de bandera, sino pintada en el fuselaje a la derecha de la puerta, que observada de frente quedará a la izquierda de la mirada del espectador.
Y si algún día regresáramos al tren presidencial podría hacerse lo mismo en la puerta de acceso del coche del Jefe de Estado y hasta en el esmerilado de la cristalería o en el borde superior de los platos o en el frente de las tazas de la vajilla y hasta en el mango de la cubertería presidencial, pero … es un sueño que está lejos aunque no es imposible de retomar, porque es dable pensar que no pertenecería a un único mandatario sino a todos los ciudadanos que cumplan este servicio; sería patrimonio nacional presidencial, en fin …
No es nostalgia sino simplemente ilusión, al fin y al cabo de ella y con ella también se vive.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda
Comments