SIMPLEMENTE CORTESIA

Etimológicamente cortesía proviene de la palabra “cortesanía”: ceremonial de la corte. Ella, la corte, era el modelo y referente a seguir en las expresiones de refinamiento y convivencia palatina; tomada de allí se trasmutaba en modos y maneras a observar por el resto.
Hoy cortesía define a los hábitos, modos, maneras y expresiones del buen trato social. Se funda en dos pilares rectores: la generosidad de espíritu, es un gesto no especulativo, no pide nada a cambio; pero requiere la devolución del gesto o mínimamente su agradecimiento. Sin cortesía sería imposible lograr la convivencia. Es el elemento social que nos permite vivir en armonía.
Las fórmulas de cortesía son pequeñas frases hechas, utilizadas muy a menudo en nuestra vida diaria. Aunque son muy variadas y algunas muy localistas o influenciadas por costumbres. Las más utilizadas y comunes que todos solemos utilizar a diario en nuestra vida tanto laboral, como social o familiar pueden, o mejor dicho deben, ir acompañada por gestos tales como una sonrisa, una leve inclinación de cabeza, un saludo con la palma de la mano, etc.
Las dos expresiones más utilizadas y que deberíamos tener presente son: por favor y gracias. La primera suele ser utilizada siempre con afirmaciones (¿Quiere una taza de café? si, por favor), y la segunda suele ser utilizada mayoritariamente con negaciones (¿Desea tomar algo? no, gracias). Pero como se dice en inglés, todo se pide por favor y todo se contesta con gracias o muchas gracias. Son dos expresiones que debemos utilizar y enseñar a utilizar a nuestros hijos desde pequeños.
Muy utilizadas también son las palabras: perdón y disculpe. Ante un tropiezo, por ejemplo, lo habitual es decir, perdón. Y si preguntamos algo, solemos utilizar la palabra disculpe, por ejemplo: ¿disculpe, este paraguas es suyo? La utilización de estas frases nos indica un grado de buena educación y cortesía en nuestro interlocutor. Siempre que entremos a un sitio no debemos olvidar dar los "buenos días" tardes o noches, y también siempre que nos crucemos a alguien en un sitio cerrado: escalera, hall, pasillos o ascensor.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
@ProfesorGavaldá
Comments