SALUDOS Y DESEOS POR EL NUEVO AÑO ¿LLAMO O WHATSAPPEO?

Es una realidad, el WhatsApp revolucionó nuestra manera de comunicarnos. Sin ir más lejos: cuántas veces ha pensado, improbable lector, ¿para qué llamar si es más fácil mandar un mensajito? Muchas, seguramente. Más, a veces ni siquiera hace falta escribir mucho, basta con un “Llego en 15, toy demorado” y listo.

Sin embargo, hay situaciones que ameritan al menos un llamado telefónico, aunque sea de breves minutos. En esa lista se destacan las siguientes fechas: cumpleaños, aniversarios, Navidad y fin de año, entre otros momentos primordiales y sensibles a la vida de relación interpersonal.

La tecnología debe acercarnos indiscutiblemente, pero no enfriarnos humanamente.

Es cierto también que una llamada debe ser oportuna, es decir en horarios convenientes por un lado y concreta por otro. Si dudo de la oportunidad utilizo el mensaje previamente como modo de confirmar la asertividad del llamado. Si conozco, porque asi me lo hicieron saber, cuáles son los momentos propicios para llamar me adecuo a lo que me solicita el receptor de mi llamada, sino utilizo el tradicional axioma de llamar entre las 9 y las 12 de la mañana y/o entre las 16 y 20 horas de la tarde/noche.

Cuando me llamen y no me encuentren debo devolver el llamado, para ello es dable consultar los mensajes recibidos o pedir a quien pudiera circunstancialmente recibir mis llamadas que tome el recado de quien llamó, motivo y el teléfono a donde deberé comunicarme. Nunca se le pedirá a quien se ocupo en llamarme que intente luego, una descortesía de sumo grado diría mi Madre.

En este próximo fin de año hagamos el grato esfuerzo de sentirnos cercanos a través del don de la voz.

Regalemos al otro tiempo, tiempo para hablarle y demostrarle que es importante en la historia de mi vida y tiempo para escuchar cuanto quiera decirme. Sin incurrir en monólogos, sino en conversaciones con idas y vueltas. Un ejercicio comunicacional que estamos perdiendo lamentablemente.

Y si de poco tiempo se trata es parcialmente mejor grabar un mensaje por el sistema whatsapp o propiciar un video llamada. Dos instancias preferibles a la frialdad de leer un texto en pantalla.

Estemos cercanos con la voz para luego estarlo presencialmente, compartiendo un café para poder expresarle personalmente lo que le anticipamos vía telefónica. Al fin y al cabo de eso se trata, de celebrar la vida.

Les recuerdo: es recomendable no hacer llamadas personales desde el lugar de trabajo ni permitir que se las hagan a Usted. Debemos esmerarnos en ser amables y educados al teléfono, la voz es la imagen circunstancial de nuestra persona, familia o empresa.

Prof. Ruben Alberto Gavaldá y Castro

Presidente del Instituto CAECBA

@ProfesorGavalda

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