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¿QUÉ DEBE HACER EL INVITADO? POSTURAS A LA MESA.



En el arte de recibir, los anfitriones tienen ineludibles responsabilidades, de la misma forma los invitados:


La principal muestra de respeto de parte de un convidado a la mesa es ser puntual; ello implica nunca llegar antes de la hora fijada, presentándose entre los primeros 5 minutos, con un margen de hasta 15; si está demorado avisará inmediatamente para que el dueño de casa decida qué hacer; la puntualidad también implica retirarse a tiempo, siendo el tiempo prudencial para así hacerlo el que ronda entre los 10 o 15 minutos luego del café final.


Los invitados deben vestir de acuerdo a lo solicitado por los dueños de casa, quienes deben comunicar sugerir la pauta de etiqueta, o bien guiarse por el horario, lugar, motivo del encuentro y perfil de los anfitriones; nunca llamando la atención. Son pautas básicas también para elegir el atuendo la época del año y si es un convite en un interior o al aire libre.


Toda recepción tendrá un tiempo preliminar, llamado aperitivo. Durante el mismo los incitados, entre copas de bienvenida y entremeses, mantendrán una discreta conversación con los anfitriones y con las demás personas, tratando de conversar con todos y de presentarse o pedir ser presentados según correspondiera.


Llegará luego el momento de acercarse a la mesa, sin nacer del invitado la iniciativa, será la anfitriona quien nos invitará e indicará que podemos pasar a la mesa, no conviene dirigirse hacia ninguno de los asientos de la misma, sino esperar a que nos señale el lugar que debemos ocupar, detrás del cual esperaremos de pie a que tome asiento la señora de la casa e indique, con un simple gesto, que ya nos podemos sentar. Tomaremos asiento por el lado derecho de la silla.


Los caballeros, antes de sentarse, si a su lado tuvieran a una señora deberán acercarle la silla cuando se siente, aunque esto cada vez se emplea menos; si hay mucamos les corresponde a ellos el hacerlo, al menos con la anfitriona y las damas principales.


La postura en la mesa no conviene que sea rígida, pues queda poco natural y termina cansando. Lo más indicado es mantenerse erguido –sin estar tieso- apoyándose ligeramente en el respaldo. El ceremonial mas esmerado aconseja no apoyarse en el respaldo, pero eso termina siendo agotador.


Algunas otras reglas elementales: conviene no descansar las manos en el regazo del caballero o en la falda de la dama, dicho de otro modo, ocultándolas por debajo de la mesa; siempre las manos deben verse, nunca lo contrario; se podrá apoyar un codo por vez solo las damas, aunque conviene no hacerlo, aunque esgriman que es de vez en cuando, es más correcto que se descanse el antebrazo sobre el filo de la mesa; se debe intentar de mantener los codos próximos al cuerpo cuando utilizamos los cubiertos durante la comida; sin tenerlos pegados al costado, pero si muy cerca. Nunca debemos elevar los codos hacia los lados; por último –hoy- recordamos, improbable lector, una máxima social nemotécnica: los alimentos se llevan a la boca y no a la inversa.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Presidente del Instituto CAECBA

Miembro Fundador de la Asociación Argentina de Protocolo


@profesorgavalda


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