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ME HAN INVITADO A COMER: ¿DEBO LLEVAR ALGO?


Este gran interrogante social tiene dos respuestas.


La primera de ellas la podemos enmarcar en un acontecimiento formal; pues si es así no debemos llevar nada. No me invitan con la intención de especular con mi aporte, sino para pasar un momento agradable en torno a la mesa. No obstante ello se acostumbra a hacer un pequeño obsequio a la dueña de casa, generalmente consistente en un ramo de flores. Las flores deben obsequiarse en número impar y deben ser acercadas al domicilio preferentemente por un mensajero de la florería. Acompañará el obsequio nuestra propia tarjeta personal con unas simples pero sentidas palabras. También las podemos acercar nosotros mismos al momento del arribo, pero preferentemente lo haremos por envío previo, para no incomodar posiblemente a la anfitriona.


A veces es simpático llevar unos bombones o caramelos para los niños, en vez de enviar flores. Esto es lo más adecuado cuando el invitado a comer es una persona joven. En la invitación a un té, lo usual es llevar bombones, de marca reconocida.


La segunda respuesta se refiere y corresponde a los códigos familiares o amistosos, dado que tan situación habilita potencialmente a que un invitado de gran intimidad acerque algo para la reunión, por ejemplo postres, vinos, licor o champán.


Siempre se habrá pautado previamente qué llevar de modo que aquello sea sumado a la reunión. Los anfitriones no pueden ni deben reservar algo que haya sido llevado para otra reunión, sino por el contrario, deberán ofrecerlo en el momento adecuado en la reunión por más que sea reiterativo, es decir, todos los bombones acerados, no una marca si y otra no. Todo al mismo tiempo.


En el caso de las bebidas se acercarán en función del maridaje perfecto para la ocasión y si es vino será un tinto joven ya que este es el vino universalmente aceptado para toda comida, y puede servirse a temperatura sótano. Siempre serán al menos dos botellas, las hay en hermosas presentaciones que suplantaron la antigua caja que se llevaba.


Llevar algo a la casa de un amigo o familiar no es un “alivia conciencias” de modo que me pudiera quedar el tiempo que quisiera o comer a destajo, es un gesto de cortesía simplemente. Si desea retribuir la invitación debe invitar a un evento similar o parecido dentro de los veinte días posteriores, ya sea en su casa o en un restaurante de confianza.


Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Presidente del Instituto CAECBA

www.caecba.com

@ProfesorGavalda

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