LA BANDERA NACIONAL NUNCA DEBE INCLINARSE ANTE NADIE NI ANTE NADA
Comenzamos mayo, un mes significativo para los argentinos desde el punto de vista cívico-institucional, único y lleno de simbolismos y ceremoniales no pude ocultar mi asombro al ver que aún hoy se sigue viendo que el Pabellón (es decir la Bandera Nacional) muchas veces es inclinada hacia adelante en “dudosa” posición ceremonial contra toda tradicional protocolar y consuetudinaria.
La imagen que ilustra el presente artículo muestra una dudosa posición del abanderado que sostiene el Pabellón con ambas manos, pero mas allá de ello, lo grave es que inclina la cuja que en si misma da indicios de recta rigidez. A la luz de la evidencia, quisiera dejar a todas luces asentado que la Bandera Nacional de Ceremonias no se inclina jamás ante nadie ni ante nada.
Sí deben inclinarse ante ella en señal de respeto los ciudadanos que no pudiendo expresar otra forma de saludo lo hacen así, inclinando su cabeza ante el gran Símbolo de la Patria, o bien otras Banderas de menor precedencia y jerarquía, como por ejemplo la Bandera de un Estado Provincial, quien ante su paso delante del Pabellón se inclina hacia adelante en señal de inferioridad, respecto y sumisión. Pero ella inclinarse nunca por ninguna razón o circunstancia. Nada la doblega, nada la somete. Por Dios que quede claro, ese es el principio rector en el que baso mi humilde aporte.
Comparto con Ustedes esta reflexión ante tanta falta de respeto y decoro, muchas o todas las veces por ignorarse el principio fundamental de la majestuosidad de la Nación, representada en su Bandera. Basta a esta inclinación incorrecta, innecesaria e irrespetuosa que se ha generalizado lamentablemente en ceremoniales escolares en particular e institucionales diversos en general.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda
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