ETIQUETA Y FALERÍSTICA: LAS EXPRESIONES RENOVADAS DE SU LUCIMIENTO.
Cortesía, derivada del término cortesanía, es –etimológicamente hablando- el ceremonial de la corte. La corte fue y sigue siendo el referente del protocolo y la etiqueta a observarse.
El funeral del duque Felipe de Edimburgo, puso nuevamente sobre la mesa diferentes aspectos de un homenaje póstumo, analizados a la luz de las aristas propias de un dispositivo ceremonial implementado oscilante entre lo mixto oficial-castrense y lo puramente familiar.
Entre las instancias públicamente observadas el pasado 17 de abril de 2021 se destaca la utilización de condecoraciones en la vestimenta civil propia para estos ceremoniales diurnos, me refiero al jacket y análogo para las damas.
Si bien desde hace varios lustros los miembros de la Casa Windsor portan medallas y condecoraciones sobre mismo, observándose en algunas ocasiones puestos sobre abrigos, hoy a la luz de la acontecido en la despedida protocolar del príncipe Felipe ya es una realidad indiscutida: las medallas y condecoraciones pueden lucirse en toda etiqueta, es decir, ya no solamente en uniformes militares y su par civil que es el frac; sino también en esmóquines y jackets; hasta en trajes diarios formales.
Quienes conserven en sus anaqueles libros de ceremonial y protocolo, escrito por colegas, publicados con una antigüedad de más de diez años a esta parte, leerán en sus páginas de imagen personal que las condecoraciones están prohibidas de lucir en toda otra indumentaria que no sea un uniforme o un frac. Pero como podemos apreciar la disciplina del ceremonial es dinámica y cambia, como cambió en este aspecto a partir del tercer milenio.
Acondicionamiento y ductilidad propios para salvaguardar la de la envestida despiadada de la avanzada actualidad.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
@ProfesorGavalda
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