EL VINO Y SU IMPORTANCIA EN NUESTRAS REUNIONES SOCIALES
El vino es un alimento natural, es hijo del suelo, del sol, del agua y tiene expresiones muy especiales. Es parte ineludible de una reunión social, de un encuentro fraterno o amistoso.
El vino “tinto”, es llamado así por los españoles; el nombre le fue puesto porque el color le es dado por la tintura que deja el hollejo o película. Cuanto más color posee, mayor fermentación tiene. El 50% de las propiedades (tanino, por ejemplo) están en el hollejo. El vino en su composición básica es 80% agua (lluvia).
Se denomina crianza: al período que lleva el desarrollo del vino, desde la uva hasta la botella. La etiqueta puede guiarnos para saber si el vino estuvo en madera y la graduación alcohólica del mismo. Los vinos de 14 grados tienen mayor fuerza y nos dicen que son de una buena crianza. El alcohol en el vino es la consecuencia natural del azúcar. El grado de maduración justa nos da un tenor de azúcar que nos proporcionará luego el alcohol estimado de ese vino. La fermentación se produce por el contacto entre el jugo más el hollejo de las uvas.
Los vinos difieren de acuerdo a la altura de los viñedos. Después de los años 90 del siglo pasado, los vinos se perfeccionaron, los nuevos equipos regulan la temperatura, los caldos, haciendo que los vinos no sean agresivos. Se controla el tiempo de madera justo. Cada tres años se restaura la madera de los toneles.
La Iglesia fue una gran impulsora de la vitivinicultura. Siempre fue bien visto socialmente, que cada señor tuviera sus vinos, en sus castillos, de ahí el término para los lugares en donde se los realiza (château).
Podemos percibir un vino con mayor cuerpo cuando al moverlo en la copa la lágrima que cae por las paredes internas de la copa tarda más descender por efecto de la glicerina que contiene. El vino se termina de redondear en la botella, ahí toma cabal forma su estructura (2 años más o menos).
El corcho, proviene del árbol del alcornoque, que tarda unos 35 años para dar la primera corteza y luego se obtiene cada 8 o 10 años. El corcho hace entrar el oxigeno necesario para el vino. Si pasa mucho oxigeno el vino se avinagra (descubrimiento de Luis Pasteur). El vino se guarda acostado para que se mantenga en contacto con el corcho y al dilatarse no permita el ingreso de oxigeno extra. El corcho de plástico es para vinos jóvenes, es decir de rápido consumo.
Un vino no siempre por ser más viejo es mejor que otro más joven. Después de los 10 o 12 años no hay garantía para ninguno. Hoy la tendencia mundial es consumir vinos jóvenes, porque son más light o suaves, también hay que remarcar que las costumbres modernas requieren de vinos que no peguen tanto, por eso se les da poco tiempo en madera.
Hasta más de 30 años atrás los vinos eran: o tintos o blancos o rosados; pero para abrir los mercados se los definió por su cepaje (tipo de uva), por ejemplo cabernet sauvignon; o por su lugar de origen o por la bodega que los produce.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
Miembro fundador de la Asociación Argentina de Protocolo
@ProfesorGavalda
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