EL CONDE DE LAS BUENAS MANERAS
1. Cuál es el trabajo de la CAECBA en tiempos en los que el ceremonial no parece ocupar la agenda coyuntural. O sí? El Centro de Altos Estudios en Ceremonial de Buenos Aires (CAECBA), que tuve el honor de fundar hace mas de 10 años, es hoy uno de los Institutos de Formación mas conocido y reconocido, no tan solo en Argentina, sino de Latinoamérica; su trabajo académico específico en el arte del ceremonial y el protocolo, con todas sus disciplinas conexas, lo colocan en un lugar de preferencia, y su habilidad de adecuación, lo posicionan singularmente en este mundo, en donde imperiosamente cada vez mas personas buscan optimizar su vida de relación y perfeccionar su modo y manera de ser, de decir, de hacer y de estar. La cultura siempre ocupa en lugar preferencial en la vida del hombre, no es coyuntural, sino todo lo contrario. La coyuntura de la agenda actual es efímera, en cambio la Cultura Social, los buenos modales y la cortesía no se alteran, están allí esperando a ser utilizados como las llaves maestras que abren la puerta de la comunicación y el entendimiento. Vivimos y convivimos con un 50% de aptitudes (empíricas, académicas o angélicas) y con un 50% de actitudes señoriales, sin ellas no hay un todo, no hay un hombre completo. Las aptitudes nos son dadas por la instrucción recibida (sea como aprendiz, peón u alumno); las actitudes dependen de nosotros y del Ceremonial que, lejos de boatos y adornos innecesarios, es hoy la única herramienta que conjuntamente con la aspiración superadora de la vida que cada uno lleva en su interior, brindan una sana obsequiosidad que diferencia sanamente a quienes la sienten y practican de quienes la repelen y olvidan.
2. ¿Cómo se dio el cambio que llevó al ceremonial y protocolo hacia el universo de los comunes, no de los reyes y príncipes, como ejemplifica en su libro? Para contestar bien esta pregunta y para que sea clara para el lector debemos primero ubicarnos en el tiempo. La sociedad no siempre fue tal cual la entendemos y comprendemos ahora. EL medioevo marco a fuego la historia de la humanidad de diversas maneras, tal es así que hoy hablamos de caballeros o caballerosidad en los hombres y desconocemos la etimología de esta palabra tan corrientemente utilizada, pero es harina de otro costal. Retomo: hasta la caída de los Luises de Francia o con el advenimiento de la Revolución francesa la forma de lo que era correcto desenvolverse lo marcaba la nobleza aristocrática, ellos eran los referentes sociales a seguir por parte de los que están debajo (campesinos, artesanos, cortesanos, bajo clero, etc.), eran los referentes sociales a seguir e imitar, por eso hablamos de cortesía (ceremonial de la corte), palabra que deriva de cortesanía, lo que se hacia en la corte de los nobles o regios señores. De ahí bajada al pueblo. El siglo XVIII comenzó un fenómeno que se generalizo más en el siglo XIX con rebrotes de subida como lo fue la época victoriana, pero ya no igual que antes. El pueblo se educo más, e internalizó las reglas de cortesía en su manera de vincularse sana y positivamente; mezclo los tradicionales conceptos con la necesidad de crear orden de convivencia de ciudad, las que llamamos reglas de urbanidad. El cambio se dio paulatina y progresivamente. Un hecho sustancial y determinante en la generalización de los protocolos lo marco el proletariado devenido luego en plutocracia, ya que sin ser nobles titulados pero si nuevos ricos y al no poder ser nunca nobles de nacimiento, quisieron vivir y expresarse como ello lo hacían en su época de esplendor. Se difundió por osmosis entre nobles y plebeyos acaudalados. Llegamos a la actualidad en donde el tema es diferente; los referentes a imitar son otros: mediáticos y ligeros de elementales normas de ceremonial. Desde 1960 entramos en una crisis de referentes lo que llevo a que, sumada la natural inclinación del hombre a los descuidos en todo concepto, estemos al limite de la grosería y vulgaridad constante.
3. No es posible socializar democráticamente si no es a través del protocolo? Mi respuesta no es plenamente afirmativa ni plenamente negativa; depende de muchos factores culturales. Todos los individuos aprendemos en menor o mayor medida, correcta o incorrectamente enseñado por nuestros primigenios profesores de ceremonial que tenemos, que son nuestros padres, a conocer, valorar y asimilar las normas que convencionalmente estipulamos como validas como sociedad civilizada. Pertenecemos a una cultura y la transmitimos por el factor de la tradición oral o escrita. Pero… ¿Qué tipo de hábitos y costumbres transmitimos? ¿Son los validos para desempeñarme con éxito en la interacción social?. Creo sincera y humildemente que cada vez menos y peor. El acceso a la cultura hoy es altamente democrático en tanto y en cuanto hay posibilidades que hace unas décadas eran impensables conseguir…pero ¿tenemos la suficiente capacidad de discernimiento para elegir bien? Vuelvo a creer que mayoritariamente no. El ceremonial y el protocolo han sido y son las únicas herramientas de optimización de nuestra existencia. No lo da ningún otro arte. Recordemos que somos un 50% aptitud y otro tanto actitud. La moral de la actitud es lisa y llanamente el ceremonial que no dice qué es lícito hacer y qué no, qué es licito decir y qué no, en donde es lícito estar y donde no. Todos nos regimos por el protocolo: nos aseamos, nos vestimos, saludamos, presentamos un C.V., comemos dos comidas principales y dos segundarias por día, escribimos, etc. etc. etc. Todos somos social y democráticamente seres interactivos y comunicativos, pero algunos lo harán bien y otros lo harán mal, algunos sabrán que se trata de protocolo, otros no y simplemente le llamaran cultura; y como parte de la cultura debe ser bien y democráticamente transmitido tanto por la familia que educa como por las instituciones educativas que instruyen.
4. Cómo define usted ceremonial y protocolo? En el capítulo primero de su libro dice “ceremonial actual”.
Podemos definirlo etimológicamente o históricamente. Por etimología la primera palabra se refiere a los ritos y rituales que tenemos los hombres para celebrar la vida, la segunda se refiere a las normas establecidas por costumbre o sanción jurídica que se establece para cumplir con un determinado ceremonial. No existe ceremonial sin protocolo; por ejemplo armar la mesa para comer es un protocolo, dado que las copas van en un lugar, los platos en otro, etc. , ahora bien qué decir, qué hacer, cómo comer lo marca el ceremonial de la persona.
Una escuela revisionista habla de que las dos palabras (mas etiqueta) son sinónimos, basan su afirmación en que la palabra madre “ceremonial” del Imperio Romano Bizantino se traslada a otras cortes ingresando primero por la Casa del Duque de Milán Ludovico Sforza (recordemos que Miguel Ángel fue su Maestro de Banquetes) desde donde se divulgó llamándose en algunos lugares según se llamaban los libros en donde se asentaban las ceremonias “protocolo” Emoticono smile primer hoja encolada de un libro importante), y que en otros países o reinos mas nórdicos se lo llamo etiqueta (lo que se pega o adhiere), en aquel entonces proclamas de los ceremoniales en las puertas de castillos o iglesias.
Ahora bien, mi apreciación sobre un ceremonial actual esta basada en el principio fundamental del ceremonial que es su adaptabilidad o capacidad de adecuación a la evolución o involución de la cultura de un pueblo; por ello hoy hay un ceremonial distinto al de nuestros abuelos y seguramente diferente al de nuestro nietos; mejor o peor no lo se, pero si puedo afirmar que diferente. A quien se le ocurre pensar que podemos tener un ceremonial igual al de 1810 o 1910, a nadie seguramente. Si no hubiera dinamismo en la vida del ceremonial nunca hubiéramos hablado de buffet froid o de mesas americanas, por citar un solo ejemplo. Claro, debemos reflexionar también que si bien los cambios se producen la capacidad de adecuación de las sociedades va mas despacio que la tecnología y confort actual y, no es descabellado pensar también en la predisposición que tenemos para aceptar los cambios. De una u otra forma lo que es bueno, sustancial, estructural siempre quedara.
5. Qué es lo más difícil de incorporar? Seguramente sea la naturalidad que debemos sentir y expresar en nuestro correcto modo y manera de relacionarnos con los demás. Los principios del ceremonial y el protocolo deben hacerse carne en cada uno, y es difícil… pero no imposible. Es un trabajo individual que parte del hábito, pasa por la costumbre y se plasma en los ritos sociales que cada día celebramos.
6. Cree que la formalidad es un requerimiento vital para ascender socialmente, o escalar profesionalmente? Para qué más, o para qué otras cosas?
Sus palabras son fuertes, mi estimada periodista. No es cuestión de ascender o escalar, sino de superarse día a día. Obviamente el que vive y practica el ceremonial y el protocolo siempre, con naturalidad, en lo sencillo y en lo complejo de cada situación, adquiere una sana diferenciación que lo distingue de los demás. El individuo se diferenciara por una obsequiosidad que lo distingue. Somos seres normales, por ende debemos ajustarnos a las normas de convivencia; somos personas formales, porque le damos forma a nuestra vida de relación y comunicación. No podemos escapar de ello, aunque no nos guste definirla así. El ceremonial vive en la concepción superadora de la vida que cada uno debe descubrir en su persona. No son los puestos, cargos o profesiones quienes jerarquizan a las personas, sino por le contrario es el hombre el que jerarquiza cada cosa que hace.
7. Cómo lee la aparición de profesiones y oficios informales que vienen ganando terreno en vanguardia y eficacia profesional, como el diseño o la dirección de cine, o la publicidad? El perfil de quienes practican estas profesiones suele ser más descontracturado que el de otros.
Veo la aparición de estas nuevas profesiones (entre las cuales ubico al ceremonial y al protocolo) muy positivamente y como una genuina expresión y demanda del mercado innovador y vertiginoso de un mundo muy cambiante; cambio que se da día a día, ya no de década en década como antes pensábamos. Ahora bien, lo que lamento de esta realidad es que el Estado no acompañe el desarrollo de estas profesiones, no permite su serio desarrollo académico. No es posible que en el tercer milenio Relaciones Publicas, se curse únicamente en Universidades privadas; este es un claro ejemplo de lo que me estoy refiriendo. Ahora, si analizamos el perfil e imagen de quienes practican estas profesiones que sea descontracturado o no pasa mas bien por la impronta que cada cual imprime en lo que hace. Insisto con esto. Notoria evidencia es que existiendo profesiones clásicas, como abogacía, hay profesionales en este medio que tienen una imagen muy diferente al prototipo de letrado al que estamos acostumbrados asociar. Hoy existe una gran confrontación entre la imagen ideal y la imagen real de las personas y de las cosas.
8. Qué rol cumple la tecnología y su cada vez mayor rol en la vida cotidiana?
Cumple un rol de comunicar cosas inmediatamente; lo que antes costaba meses hoy se resuelve en segundos. La tecnología avanza a un ritmo que quintuplica la capacidad de adecuación del hombre, por ello, en pleno inicio del tercer milenio mantenemos costumbres del siglo pasado. La adecuación es paulatina y progresiva. Mas allá de esto, no dejemos ni permitamos que la vida solo se resuelva en un teclado, vivir pasa por otro lado, más precisamente por el encuentro real con los otros. Se necesita sociabilizar más. A mayor tecnología mayor esfuerzo por socializar. Estamos perdiendo la habilidad de relacionarnos con y como personas.
9. Qué recuerdos de su madre tiene en materia de ceremonial? Reparé en su sentida dedicatoria, al comienzo del libro. Cómo se llamaba?
Primero déjeme aclararle que, a Dios gracias, mi Madre vive; se llama Antonia Mercedes Castro de Gavaldá. Le dedique mi libro por ser la primigenia Maestra de Cultura Social que he tenido. Ella me ha transmitido lo que soy y me alentó a poder transmitirlo a su vez a los demás en mis clases. Con pequeños axiomas, que he memorizado desde niño, me ha abierto las puertas de la elegancia en las formas, cito algunas de ellas: “bien vestido, bien recibido”; “no pidas nunca lo que no esta a la vista o no te fue ofrecido”.
10. Quiénes son sus ilustres ancestros? Leí algo acerca de un conde… Todos tenemos ilustres ancestros, dado que ellos han forjado en mayor o menor medido el mundo en el que vivimos. Recordemos que todos tenemos dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc. Maravilloso mundo el de la genealogía, por cierto. Nuestros genes transmiten mucho, no tan solo rasgos, sino también inclinaciones, sentimientos y demás. Volviendo a su pregunta y puntualizando le comento: por línea paterna desciendo de la Casa Condal de Gevaudan, de donde proviene mi apellido patronímico, el que se ha catalanizado como Gavalda en una inmigración de la Familia desde su lugar de origen en Occitania, sur de la actual Francia; mi padre don Ricardo Alberto de Gavaldá, fue el XXXVI conde de Gavalda, si bien el vive desde el año 2003 ha dejado sus derechos en mi persona, por lo que desde entonces continuo al frente de los Derechos que nos asisten. Por parte materna, desciendo de la II condesa de Ituarte. La familia de Gevaudan/Gavaldá esta radicada en Buenos Aires desde principios del siglo XX, cuando mi bisabuelo Enrique decidió radicarse definitivamente en estas tierras escapando de la barbarie y amenazan que aquejaba Barcelona y los nobles por aquel entonces.
11. Qué quiere decir que su investidura tiene naturaleza de Sacramento? Cómo vive esto actualmente? Lo vivo con una responsabilidad enorme al ser el depositario de una historia y tradición. Trato que en cada acto se vea reflejada la importancia y gesta de mi Familia. Sobre la naturaleza de la investidura, permítame que vuelva a corregirla ya que no es un sacramento sino un sacramental, por ser un designio divino. Como cristianos nos obliga aun mas a ser ejemplo y referente para con quienes nos vinculamos. Como sacramental imprime un carácter que es imborrable e inalienable.
12. Cómo fue su infancia en este sentido? Y sus años de adolescente? Plenamente normales, como las de cualquier niño “porteño”. Nací en el año 1969 y por suerte me toco criarme con las viejas costumbres sociales. La adolescencia mantuvo su cordura, si bien mis Padres no me prohibieron nada, confiaron en la educación que nos han inculcado (utilizo el plural porque incluyo a mi Hermano); también es verdad que la sociedad era otra y también otros nuestros estímulos. Soy de la época en que se esperaba a los Reyes Magos con gran ilusión y en donde pedíamos permiso para retirarnos de la mesa y, aunque hayamos salido un sábado de noche hasta la madrugada, el almuerzo domingo era impostergable; había que estar a la mesa con la mejor predisposición posible.
13. Alguna vez fantaseó con otro estilo de vida? Qué fue lo más alocado que hizo? Sinceramente debo decirle que nunca he fantaseado con tener otro estilo de vida; me agrada mucho la forma en que aprendí y me formé para encarar la vida. Me hace muy feliz hacer lo que me gusta. Cosas alocadas no hice, para ser justo con la realidad. He realizado travesuras como todos pero que, comparado con lo que hoy podría un adolescente interpretar como alocado, han sido inocentes y cándidas. No fumo, no tomo alcohol, prefiero la buena mesa y las reuniones de amigos.
14. Cómo es su vida hoy? Cómo es su familia? Qué le gusta hacer? Tiene algún hobby? Desde hace 2 años mi vida ha cambiado radicalmente, dado que mi Madre, de quien ya les hablara algo, sufrió un ACV isquémico; vive conmigo desde hace unos meses dado que no puede vivir sola como lo hacia antes. Mi ocupación y preocupación diaria se limitan a cuidarla y mimarla en este tiempo difícil que le toca vivir a sus 76 años; salgo de mi casa para dictar clases todos los días en horario vespertino, que es cuando la gente puede destinar unas horas a estudiar. El resto del tiempo gira en torno a atender por un lado el Instituto de Ceremonial en sus cuestiones administrativas y académicas, y sobre todo la tutoría de los alumnos a distancia que piden mi opinión; también me ocupo de las cuestiones de la presidencia del Instituto Heráldico de Buenos Aires y de la Orden de Caballeros de Nuestra Señora, Santa María de Buenos Aires. Particularmente, además de lo antedicho, atiendo desde mi escritorio las cuestiones internacionales de la Casa de Gavaldá y las Corporaciones de ella dependientes. Me apasiona hacer y trabajar en estas cosas. Mi principal “hobby” son las antigüedades, comprar alguna en alguna ocasión me llena mucho y como intuirán el paseo dominical por San Telmo es mi preferido, claro esta, cuando la circunstancias me lo permiten, lo mismo que evadirme un poco de Buenos Aires me inclinan a viajar al campo en mi país o al extranjero cuando puedo.
15. Cómo es su casa? Y su objeto más preciado? (si estuviéramos en persona, le contaría todas estas cosas mías también…)
Mi casa es cómoda; grande. Siempre me gustaron las casas grandes. Por suerte pude comprarla hace unos años. Tiene mucha luz y un parral que fue lo que me decidió a adquirirla cuando la visite con la inmobiliaria que me la vendió. A veces pienso que es chica, a pesar de sus ocho ambientes. No me agrada vivir en departamento, me siendo encerrado e incomodo. Mi casa es mi mundo: esta llena de retratos, pinturas, diplomas y certificaciones y alberga tesoros importantes para mi, entre ellos las cosas heredadas de mis abuelos y regalos que tanto alumnos, amigos, familiares y nobles con quienes nos relaciones me han hecho como símbolo de amistad y fraternidad. Soy muy apegado a los sentimientos e historias que guardan los objetos. Pero no crean que mi casa es un museo; podríamos definirla como “ecléctica” por que reúne el confort de lo moderno con estilos pasados.
16. Podría contarme la mejor experiencia de ceremonial y protocolo que haya vivido o le hayan contado? Una situación que ejemplifique su resultado eficaz.
Mi trabajo en estos “métiers” es puramente social, nunca he sido empleado publico ni he ejercido mi profesional bajo sueldo; por tanto mi mayor logro es cuando un alumno (quien necesita luz) me dice que gracias a lo que compartimos en clases pudo mejorar su trabajo o su modo de vincularse socialmente. Todos somos perfectibles, pero si no somos dóciles a las enseñanzas todo cae en tierra infértil; por el contrario si uno se deja seducir por el ceremonial brilla con luz propia. Hacer que la gente se pula y brille con luz propia es mi mejor logro.
17. Podría contarme, además, un ejemplo de ceremonial y protocolo mal ejecutado, con sus consecuencias? El ceremonial que se hace mal o impropiamente es aquel que por ser técnicamente correcto olvida que toda reunión de personas genera un mensaje y proyecta una imagen. Si bien el ceremonial es una técnica no podemos ni debemos deshumanizarlo. El ceremonial se ha establecido por y para las personas, cuando los ceremonialistas se vuelven rutinarios es mejor den un paso al costado.
18. Cómo es la Argentina en este sentido?
Argentina atraviesa un tiempo difícil en cuestión de cortesía y normas de urbanidad, se ha subestimado tanto el arte de la convivencia que estamos involucionando socialmente. La sociedad se expresa por la cultura que tiene, estamos a tiempo aun de revertirlo, pero cada generación que se suma trae consigo un mayor desapego a las expresiones de buena educación. Es triste decirlo, pero es así. Quienes tenemos o ejercemos responsabilidades y somos referentes (sea como padres, hijos, funcionarios, empresarios, empleados, etc.) debemos comprometernos y esforzarnos por mejorar esta realidad. Como muchos dicen ahora, ya no se piensa en qué país dejamos a nuestros hijos, sino qué hijos dejamos a este país. Reitero lo que exprese precedentemente: el hombre es 50% aptitud y 50% actitud, nos estamos olvidando el una mitad importantísima para aquel que desea triunfar en el presente y proyectarse en el futuro. El primer 50% lo brinda en mayor o menor medida el Estado, el resto compete a la Familia. Sin familia no hay educación.
19. La Presidenta y sus ministros deben estar atentos al protocolo? Qué lectura hace de la actitud de Néstor Kirchner como presidente? Cómo se da esta empresa en países donde no hay tradición monárquica?
Protocolo es la “expresión plástica del poder”, así fue definido en su momento. Los Jefes de Estado (en monarquías los Reyes y en democracias los Presidentes) están obligados moralmente a ser “embajadores” de su pueblo, estos cargos se ejercen con responsabilidad e idoneidad; por consiguiente deben atenerse a las reglas del protocolo nacional porque refleja la cultura y tradición de su país y deben conocer el ceremonial foráneo para no ofender a los demás gratuitamente. El ex presidente Néstor Kirchner marco un estilo, que no compartí, por supuesto. Ser natural y simpático no significa demagogia. No lucir la Banda Presidencial en los actos solemnes el Estado no nos acerca mas al pueblo sino por el contrario ¿Quién puede molestarse por lucir sobre su pecho los colores nacionales?; hay detalles que crean y hacen la diferencia, ejemplificando: un Jefe de Estado debe lucir las cosas que le son propias de su país, nunca un Presidente o Rey debe vestirse con diseñadores extranjeros, por el contrario, debería lucir lo que hace su pueblo y si son jóvenes con ansias de crecer y progresar con mayor razón aun. Que orgullo seria para un diseñador joven argentino que el o la Presidente o Presidenta luzca, muestre y demuestre en el mundo lo que aquí se hace.
20. Podría darnos cinco tips indispensables para respetar el protocolo y ceremonial? Aquellas cinco cosas simples que todos debemos recordar y llevar a cabo.
I. Saludar, siempre.
II. Agradecer, por costumbre.
III. Sonreír constantemente para demostrar la belleza interior.
IV. Ser asertivo: hablar cuando se deba y cuando se sepa.
V. No perder nunca la naturalidad, la simpleza y la seguridad en uno mismo.
21. Qué pasó con su condición de politólogo?
Esta adormecida, espero en un futuro próximo poder desarrollarla. Debo serle franco, la actual forma de hacer política no me agrada. Hacer que las cosas posibles sean viables es un reto que en algún momento retomare desde una situación que me sea propicia.
22. Cuál es su música favorita?
No la tengo, me agradan todos los estilos, pero si tengo que elegir me inclino por la gregoriana, sin por ello olvidar que la romántica y la coral, también me seducen auditivamente.
23. Con cuántos cubiertos cena?
Con los indispensables y adecuados al menú. Aunque mucho crean que mas en mejor, en estos casos no es así, y como no puedo escapar a mi debilidad por la docencia recuerde que los alimentos blandos se cortan con el tenedor y que los cubiertos de postre se colocan en una mesa cuando no hay personal de servicio, colocarlos si lo hay es un yerro muy frecuente que hasta lo cometen quienes enseñan. Le dejo la inquietud, si ve un libro de ceremonial que coloca los cubiertos indiscriminadamente como modelo de protocolo de mesa, es síntoma de que algo no esta bien.
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