CUBIERTOS ¿POR QUÉ SE LLAMAN ASÍ?
Seguramente el título del presente artículo llamó su atención. Pues claro, es natural que pensemos por qué que los utensilios que diariamente manipulamos para comer se llamen así, ¿de qué están cubiertos?
La respuesta a tal inquietud nos transporta a la Edad Media, un tiempo de la historia del hombre en donde deshacerse de oponentes era un hábito y una estrategia recurrente. ¿Cómo? A través del envenenamiento de la ropa que utilizaba la víctima, o por la bebida con la que saciaba su sed, o en el lugar donde se sentaba a comer.
Allí tuvieron origen los catadores de vino y de comida, suicidas potenciales, que probaban cada preparación antes que lo hicieran sus señores; hoy son llamados “sommeliers”. Es aquí también donde nace –casi simultáneamente- el rito de brindar, es decir chocar las copas metálicas con tal fuerza que provocara un impacto entre las mismas, mezclando en consecuencia los líquidos de modo que el anfitrión así demostrara a su invitado que podía beber tranquilo junto a él porque era una misma bebida y por consiguiente, nada le pasaría.
El gran Leonardo Da Vinci, quien fuera previamente maestro de festejos y banquetes del duque Sforza de Milán, termina siendo contratado al inicio del siglo XVI por los Borgia, originaria familia española que utilizaban las ponzoñas como recurso frecuente para “agilizar” y “despejar” sus pretenciosos caminos mundanos.
Bajo la costumbre de envenenar el sitio de los comensales, surgió la costumbre por parte del personal del salón comedor de anunciar al jefe de banquetes y por intermedio de este a los anfitriones, que los sitios de comensales estaban cubiertos; cubiertos (o preservados) por una tela o lienzo limpio luego de haber corroborado que el lugar estaba limpio y sin rastro de veneno alguno. Esta tela no es la servilleta, ya que ésta se incorpora tardíamente.
Entonces, de mesa cubierta pasamos a denominar cubiertos a los utensilios que estaban debajo y que, gracias a Dios y a las buenas costumbres, utilizamos para comer.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
@ProfesorGavaldá
Comments