CONMEMORAMOS EL DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS. CÓMO ERA HASTA NO HACE MUCHO TIEMPO.
En el día de los fieles difuntos, 2 de noviembre, los familiares solían visitar a sus muertos. Aquellos más piadosos concurren a Misa o encienden una vela a su memoria si están imposibilitados de asistir al oficio religioso.
Otrora, junto a los cementerios se alineaban los puestos de los floristas, prestos a vender el ramo de flores, que ningún pariente olvidaría de llevarle a su ser querido difunto. Algunos tenían clientela fija. Pero la venta se intensificaba para todos los puesteros, que atendían con delantal blanco, en ese día especial.
Según la época unas flores tenían más éxito que otras. En los años 20 y 30, se llevaban calas a los muertos, de modo que se las consideró flores de cementerio. Pero actualmente, y en una variada gama, las calas han resurgido, sin el antiguo prejuicio fúnebre.
En los cementerios del interior era frecuente, hasta hace no mucho tiempo atrás, que además de las flores se encendieran velas en las tumbas o monumentos funerarios. Hoy por seguridad y desapego a la costumbre esto no sucede.
En cuanto al culto hoy, la Iglesia, les dedica una solemne conmemoración. Aunque, todos los días, en diferentes momentos de las Misas y oficios litúrgicos, se hacen alusiones y recuerdos caritativos por las almas del purgatorio para proporcionarles sufragios. Comúnmente son llamadas intensiones de Misa. Para muchos la mayor y más eficaz manera de recordar y pedir por quienes ya se fueron.
Los tiempos cambian y las nuevas generaciones no enseñan a sus hijos a rendir culto, tributo y homenaje a sus ancestros fallecidos, atentando contra ellos mismos. El paso del “dios cronos” es implacable y aunque no queramos reconocerlo deberemos partir algún día.
Al ritmo que vamos nadie recordara nuestro paso por este mundo o lo que es peor nadie rezará por nosotros. Qué triste es saber que conocimos a una persona y hoy es solo una fotografía.
Enseñemos a ser piadosos porque sino no lo serán con nosotros cuando mas necesitemos del pensamiento y oración de quienes quedan.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
Miembro fundador de la Asociación Argentina de Protocolo
@ProfesorGavalda
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