COMPORTAMIENTO DE LOS INVITADOS A LA MESA
Los convidados a una comida deben, principalmente, predisponerse para el éxito de la reunión, ¿cómo? pues manteniendo una discreta conversación con los anfitriones y los demás invitados, recibiendo los saludos y las presentaciones con agrado, y sobre todo llegando a tiempo y sabiendo retirarse antes de llegar al punto del hartazgo.
En el aperitivo o copa de bienvenida departirá afablemente con todos por igual, ya que podrá acercarse a sus pares con libertad; el tiempo de conformación del grupo participante y en espera de que llegue el momento de acercarse a la mesa, tendrá su fin cuando la anfitriona o anfitrión en su defecto, le inviten a pasar al área del comedor, que le será indicado con un sutil gesto. Nunca tomará el mismo motu proprio esa iniciativa.
Cuando nos indican que podemos pasar a la mesa, no conviene dirigirse hacia ninguno de los puestos de la misma, sino será prudente esperar a que nos señalen el lugar que debemos ocupar, detrás del cual esperaremos de pie a que tome asiento la señora de la casa y las demás damas en consecuencia y en primer lugar para que luego lo hagan los caballeros simultáneamente.
Los caballeros, antes de sentarse, si a su lado tienen a una señora deberán acercarle la silla cuando se siente, aunque esto parezca que cada vez se emplee menos, y si hay mucamos les corresponde a ellos el hacerlo.
La postura en la mesa no conviene que sea rígida, pues queda poco natural y termina cansando. Lo más indicado es mantenerse erguido –sin estar tieso- apoyándose ligeramente en el respaldo. El ceremonial mas esmerado aconseja no apoyarse en el respaldo, pero eso termina siendo agotador.
Algunas reglas más: las manos siempre deben verse, por tanto conviene no descansarlas en el regazo, por debajo de la mesa; los caballeros nunca deberán apoyar el codo en la mesa, solo le es tolerado y permitido a las damas de vez en cuando; la posición correcta es descansar los antebrazos sobre el filo de la mesa; se debe intentar de mantener los codos próximos al cuerpo, sobre todo cuando utilizamos los cubiertos durante la comida (sin tenerlos pegados al costado, pero si muy cerca); nunca debemos elevar los codos hacia los lados; y por último -por hoy- tengamos siempre presente el viejo axioma social “los alimentos se llevan a la boca y no la boca a la comida”.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
@ProfesorGavalda