CENA O COMIDA, UNA CUESTION PARTICULAR DEL PROTOCOLO SOCIAL
El ceremonial y protocolo social, que se basa y sustenta en la tradición, tiene en la cuarta comida del día (para el rito argentino y de algunos otros países del globo, no en todos obviamente) un gran dilema: ¿Se dice cena o comida?. La respuesta es: comida. Pues entonces corresponde decir voy a comer o me invitaron a comer u organizo o es tiempo de una comida.
Comida, es aquel ágape que se ubica entre las 20 y 22 horas aproximadamente, dependiendo del lugar geográfico de Argentina y/o de la época del año en que la realicemos.
Pero… ¿por qué se generalizó decirle cena?, interpreto que al suspenderse el quinto convite o encuentro gastronómico de la jornada, el término cena (que lo define) reemplazó la tradicional costumbre de llamarla comida.
Contemporáneamente debemos utilizar el término cena para referirnos a aquella comida posterior a la 0 h y anterior a las 2 de la madrugada. Siendo, así mismo, correcto hablar de cena, cuando nos referimos a las siguientes ocasiones: la que corresponde a la reunión de Nochebuena (luego de Misa de Gallo); a aquella de la Vigilia Pascual (luego de la misma); o a la celebración que realizan las Fuerzas Armadas anualmente o la que un particular puede hacer luego de asistir a una función teatral, recital de música o instancia parecida y aunque sea previo a la medianoche.
Lógicamente se conservan los términos desayuno para el encuentro gastronómico de la mañana; almuerzo para el del mediodía; y merienda para la tarde.
Simpáticamente podemos sumar una sexta instancia llamada “resopón” que es el tentempié que ingerimos luego de una cena y antes de acostarnos cuando el tiempo entre una y otra instancia es prolongado y la persona entiende que debe consumir algo, instancias a la que algunos llaman incorrectamente segunda cena
Es justo aclarar también que una cena contiene menos pasos y contundencia gastronómica que una comida, dado que se entiende y comprende que una persona antes de cenar ya comió. Por último agregar que no existen comida “informales”, sino aquellas que tienen poca o mucha formalidad, llegando a utilizarse la fórmula comida oficial para las cuestiones de estado o institucionales y que así lo realicen, recordando que el mote “gala” ya no es oportuno utilizarlo porque las galas ya no son tales y por lo tanto no se las trata ni se las menciona así.
No puedo ni debo dejar de remarcar que una comida informal es aquella que se improvisa “in situ” sorpresivamente, es decir, cuando debemos sacarla de la “galera” sin previa organización. Si está organizada siempre es formal, con mucha o escasa formalidad, pero siempre con forma; y no por contar tan solo con cubiertos de plástico o prescindir del mantel (horrorosas opciones por cierto) será un evento informal, sino más bien será un evento débil desde el punto de vista protocolar o paupérrimamente organizado.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda
