ARRIBO DEL PRESIDENTE CHILENO: EXPRESIÓN LAMENTABLE DE UN PROTOCOLO DE ESTADO DESTRUIDO
El flamante Presidente de la República de Chile don Gabriel Boric Font, arribo a Buenos Aires en su primer visita oficial a un país extranjero.
El dispositivo protocolar adoptado por las autoridades de Argentina, su país anfitrión, causa pavor, demostrando que han hecho todo lo que está a su alcance para destruir lo establecido por el ceremonial oficial.
En pocos minutos se han visto innumerables yerros protocolares, entre ellos:
1. Es inaudito que el Canciller argentino baje la escalinata del avión que trajo al primer mandatario chileno a la par del señor Boric Font. Todo el mundo sabe que la persona más importante baja primero y sube última.
2. Respecto al descenso de la numerosa comitiva chilena, ellos mismos han faltado al axioma protocolar señalado precedentemente; entre equipaje diverso, salían unos tras otros antes de quien los precede.
3. La parada militar que rindió honores al mandatario chileno fue el Regimiento de Patricios que es el cuerpo militar propio del ceremonial del Jefe de la Ciudad de Buenos Aires y no el cuerpo de ceremonial oficial nacional que es el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
4. El maestro de banda no sabía cuando comenzar dado el besamanos realizado anticipadamente y a destiempo, saludando primero a las personas antes que a la Bandera que representa a toda la Nación.
5. Sobre banderas, un detalle: no estaba la chilena. Solo la Argentina, al menos algo.
6. La banda de música interpretó su propia marcha el “Uno Grande” sin más y sin saberse el motivo de la elección. Lamentablemente no hubo Himnos, algo que el Presidente chileno parece ser esperaba al pararse un largo momento frente a la parada militar, antes de subir al vehículo.
7. El Canciller no tuvo mejor idea que conversar con el Presidente chileno en plena revista de tropas, algo que obligó al mandatario visitante a mirar casi nada a los uniformados.
8. Acompaño en el auto al señor Gabriel Boric Font una señora que no pudimos individualizar pero que dejó descolocada al edecán presidencial chileno que tuvo que ser guiada a otro automóvil posterior.
9. Pero no todo es cuestionable, es plausible: - Que el Presidente chileno se inclinó ante la Bandera Nacional Argentina, cosa que no hizo el Canciller, ni siquiera por habilidad intuitiva. - El automóvil que trasladó al Primer Mandatario Chileno tenía la Bandera de la Presidencia de su país. Sutil instancia por cierto. - El Canciller argentino vistió corbata, menos mal, pero dejó al visitante en evidencia de su falta de tino al no portarla.
Esta breve pero significativa llegada, lamentablemente, presagia un protocolo oficial argentino desajustado a la tradición y que en los próximos días seguirán sepultando paso a paso lo bueno que supimos conseguir y que ahora bregan por destruir.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro Presidente del Instituto CAECBA @ProfesorGavalda
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