ACONTECIMIENTOS SOCIALES ¿DEBO IR A TODOS? ¿QUÉ SIGNIFICA E INVOLUCRA EL CÓDIGO R.S.V.P.?
Concurrir a todos los eventos a los que somos participados o invitados no siempre será posible, y a veces tampoco conveniente. El motivo el simple: en todos aquellos a los que concurramos les estaremos prestando con nuestra presencia nuestro aval directo o indirecto, convalidando así lo bueno o lo malo que allí pase, se diga o haga.
Por consiguiente, decir o pensar que no se está de acuerdo con lo que suceda o se diga en un determinado lugar, será contradictorio si nuestro cuerpo permanece allí; otra razón válida por la que no es aconsejable estar en todos lados radica en querer ser preferentemente anhelado, ante que una “figurita” repetida en toda reunión.
Si no pudiera o no quisiera estar en un determinado evento, manifiesto mi consideración para con sus anfitriones, haciéndoles llegar nuestra adhesión, bien sea por escrito, bien sea a través de una conversación telefónica, con o sin adjuntar con ella un obsequio o presente; siempre será mejor escribir una nota o esquela, por breve que sea, que la llamada telefónica, pues lo escrito llega más a la intimidad.
Cuando recibimos una invitación, deberemos agradecerla siempre, para posterior e inmediatamente confirmar nuestra asistencia, o excusándonos por no poder acudir a la misma. El tiempo estipulado para ello radica entre los dos días posteriores a la llegada de la misma.
Sabremos que nos piden respuesta al leer las siglas internacionales del acrónimo: R.S.V.P. (répondez s'il vous plaît) o sus iguales en español: S.R.C.A. (se ruega confirmar asistencia) o S.R.C. (se ruega contestar).
Es dable mencionar que deberemos contestar por el mismo canal por donde se origina la convocatoria, es decir: por medio escrito ante una invitación impresa, y oral ante una llamada telefónica.
Vivir esos detalles de esmerada convivencia social trae, como consecuencia, nuevas amistades y relaciones que se irán afianzando, consolidando y expandiéndose al coincidir con otras reuniones que originan los acontecimientos familiares, personales y sociales: comidas, vinos de honor, cócteles, y otros.
Dos últimas observaciones:
1) es un detalle de fina atención agradecer las felicitaciones o condolencias. Debemos aprovechar esas ocasiones para dar las gracias –si la persona está presente se lo manifestaremos de palabra- y, aunque lleve un poco mas de trabajo, es preferible también hacerlo por escrito.
2) la retribución completa y el agradecimiento en pleno se da cuando invito a una reunión igual o parecida a la que fue convidado, en tiempo (dentro de los quince o veinte días posteriores) y forma (en mi casa o en un lugar público donde oficiaremos de anfitriones con todo lo que ello implica).
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Presidente del Instituto CAECBA
www.caecba.com
@ProfesorGavalda
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